Primer disco de los canadienses ya citados en la anterior entrada. Podriamos decir que sus dos discos son como dos partes de un solo disco. Ya que en el primer disco (éste) hay primero 6 canciones y luego 6 pistas en blanco, y en el segundo hay 6 pistas en blanco y 6 canciones.
K.C. Accidental fue un proyecto pre-Broken Social Scene de Kevin Drew y Charles Spearin. El termino "KC" proviene de la iniciales de los nombres de los dos integrantes del grupo. Éste es su segundo y último disco en el que encontramos 6 temas de una producción excelente. Vale la pena darles una oportunidad teniendo en cuenta de quienes se tratan.
Primer álbum de esta banda que apunta bastante lejos. A veces luminosas y espaciosas, otras veces misteriosas y densas, así son las canciones de este disco.
El nombre nombre de la banda es un homenaje al guitarrista Brian Jones (The Rolling Stones) y presentan ya su enésimo álbum de estudio. El título del disco ya empieza a revelar algunas pistas de por dónde irán los tiros. Melodías y ritmos para escuchar y escuchar, y no parar.
Los dos EPs anteriores derivan en el excelente y único disco de larga duración, de irónico título para un debut en el que ya conseguían conformar una personalidad amplia y definida, sin referentes en la escena patria. El disco se encarama a las listas de lo mejor del año y descoloca a un grupo que en sus entrevistas se empeña en decir que su interés es seguir investigando en otros campos de la música, con la mirada puesta en lo que les puede aportar la efervescente escena electrónica que estaba en plena ebullición en aquel momento.
Fue el proyecto en solitario de Arthur "Ace" Enders, cantante y guitarrista de The Early November. Su álbum, de mismo título, es la única idea que tiene de publicar algo oficialmente bajo ese mismo nombre. Un buén disco para escuchar esas tardes de domingo en las que las ganas de hacer vida social brillan por su ausencia. Ahora Arthur se centra principalmente en un proyecto paralelo llamado Ace Enders and a Million Different People.
El cambio en este disco es evidente. El principal el del idioma, pero también el abandono de los retazos de noise. Las guitarras aparecen más limpias y su estilo va mutando hacia el slowcore. Es otro EP, de corta duración por supuesto, de 3 canciones que tampoco tienen desperdicio alguno. La calidad de grabación ya es más que aceptable.
Tomando el nombre de una canción de los alemanes Can, este quintento barcelonés de principios de los '90, da a luz este EP de solamente 4 canciones cantadas en inglés, de una intensidad espectacular y unas melodías que te hacen evadir de cualquier cosa que tengas alrededor. He de decir que la calidad de grabación es mejorable, pero no hay razón para no escucharlo.
Con dos baterías en sus filas, los vascos Lisabö se sacan un discazo de debajo el brazo. Y es que estamos hablando de uno de los mejores álbums de ámbito nacional del año pasado. Gracias, en parte, a las letras escritas en su lengua natal, provocan unas melodías muy emotivas y, a la vez, con mucha fuerza. Sin hablar de la instrumentación, que, a veces, nos recuerdan a esos Sonic Youth en estado puro de los años '90.
Rescatando discos, me he encontrado con este primer LP de los de Gijón, uno de los grupos pioneros en la escena indie española. En el álbum podemos encontrar influencias como The Jesus and Mary Chain, Sonic Youth, Pixies, Thowing Muses y My Bloody Valentine. Con eso nos indica su música melódica pero cargada de distorsión y potencia, que viene a ser una definición clara del género shoegaze.
Los ex Surfin' Bichos nos regalan diez temas que se aupan a la categoría de clásicos, en un álbum de altísimo nivel, arriesgado, intuitivo y adictivo. Con un elevado contenido instrumental. Nuevos instrumentos, nuevos colores y nuevas texturas es lo que reflejado a un espejo proyecta esta obra maestra.
Esta banda de Omaha, capitaneada por el cantautor estadounidense Bright Eyes, llamado Conor Oberst, tuvo una corta vida, publicando solo este álbum y algún que otro EP. Su estilo es claro y definido, no constan de una gran instrumentación en sus temas, pero sus ritmos desenfrenados, y melancólicos dada la forma de cantar y gritar de Conor, hacen de él un disco fácil de escuchar y con un cierto encanto.
Segundo álbum de estudio del trío galés. Más luminoso que el anterior, y escorado ligeramente hacia el pop, aun con las guitarras ultradistorsionadas y los ritmos marciales que esperemos nunca abandone del todo. Tal vez, la mezcla de géneros que presenta este LP lo haga tan indispensable. Desde el shoegaze, pasando por el tan de moda post rock y acabando en el repetitivo y intenso drone y doom metal.
Clásico donde los haya, posiblemente uno de los álbumes más influentes de música ambient. En él, Brian Eno crea atmósferas perfectas y unas melodías relajantes y a la vez intensas. Además, gracias a la impecable producción, no se hace extraño escuchar guitarras acústicas en sus temas. Eno también es conocido por ser el productor de bandas como U2 y James, entre otras.
